Seis años después, un corredor gallego vuelve a vestirse de amarillo en la Volta a Galicia y ese honor ha recaído esta tarde en un ciclista del Cortizo, Martín Rey. El arousano se enfundó el maillot de líder tras finalizar tercero en la segunda jornada, una etapa de 148 kilómetros con salida y llegada en A Pobra do Brollón (Lugo).
La carrera empezó a decidirse a unos 20 kilómetros del final en el descenso del puerto más duro de la jornada, Airapadrón (1ª categoría), cuando Martín y Pablo Bonilla se lanzaron al ataque junto a Pablo Ara (Rías Baixas) y Samuel Fernández (Caja Rural Alea). Ese cuarteto abrió brecha con el grupo perseguidor y se plantó a dos kilómetros de meta con más de un minuto de ventaja. En ese momento, Ara impuso un cambio de ritmo que le permitió distanciarse mínimamente de sus tres compañeros de fuga y cruzar la meta con un segundo de ventaja sobre Martín Rey y Samuel Fernández, y seis sobre Bonilla, que pasa a ser cuarto en la general. A un minuto del vencedor, entró un grupo de 15 unidades entre los que se encontraban otros tres corredores del Cortizo que también se colocan en los puestos de privilegio de la general: Alejandro Paz (6º, +1’04»), Sergio Chumil (8º, +1’10») y Sinuhé Fernández (13, +1’18»). Después de un gran trabajo colectivo, el Padronés encabeza la clasificación por equipos.
La Volta a Galicia afrontará mañana la etapa reina de Pobra de Trives, 140 km en los que destaca la subida de A Moá (1ª). Este duro puerto, situado en la mitad del recorrido, podría hacer criba en el pelotón camino de la meta en el centro de la localidad ourensana.