El Padronés Cortizo sumó este domingo un nuevo triunfo a su exitosa temporada y lo hizo tirando de épica. Tras un final de infarto por las calles de Pontevedra, su corredor Martín Rey se proclamó campeón de la Volta a Galicia.
El ciclista de Vilagarcía llegaba a la etapa definitiva de la ronda gallega vestido de amarillo, pero con una renta de poco más de un segundo sobre su inmediato perseguidor, Samuel Fernández (Caja Rural Alea), y cinco sobre Pablo Ara (Rías Baixas). Martín, que en la crono del primer día había perdido cuatro segundos por culpa de un vehículo que entorpecía la llegada, rezaba para que esa diferencia no resultase determinante. El viernes, fue tercero y se enfundó el maillot amarillo en Pobra de Brollón; el sábado, arañó un segundo más en la etapa reina de Pobra de Trives, y en la última tuvo que apurar hasta la última pedalada para hacerse con la victoria absoluta.
La jornada final trascurría con relativa calma hasta la subida al Lago de Castiñeiras, ya que las escapadas que se habían generado hasta ese momento no suponían una amenaza para el liderato. Sin embargo, en el último kilómetro del ascenso, Samuel Fernández lanzó un ataque para abrir hueco con el grupo del líder y coronar el puerto con 25 segundos de ventaja. En el descenso, Sergio Chumil se salía de la vía y, aunque lograba reengancharse a la carrera, veía truncadas sus aspiraciones de podio. Mientras tanto, la Volta a Galicia seguía rodando y Samuel Fernández ampliaba las diferencias hasta los 30 segundos en el Alto do Pituco. Restaban nueve kilómetros y Martín Rey, impulsado por sus compañeros Alejandro Paz y Sinuhé Fernández, aceleraba el ritmo para intentar neutralizar la escapada. A poco más de un kilómetro para el final, más emoción a la carrera. Samuel Fernández se desviaba unos segundos del recorrido debido a un error en la señalización, pero lograba corregir y afrontar los últimos metros con una ventaja de 10 segundos que parecían insalvables para sus perseguidores. Sin embargo, cuando ya todo parecía decidido, Martín Rey lanzó un explosivo ataque en las rampas que conducían a la Praza de España de Pontevedra y neutralizaba a Samuel Fernández sobre la línea de meta. Daniel Cavia (Gomur) se hacía con el triunfo de etapa y el de Vilagarcía, segundo en la jornada, conseguía la ansiada victoria de la Volta a Galicia, un logro que no alcanzaba un ciclista gallego desde el 2017.
“¡Ha sido increíble! ¡Es un sueño hecho realidad!”, exclamaba emocionado mientras recibía las felicitaciones de familiares y amigos. “Fue una carrera muy difícil de controlar, con tres etapas muy duras, pero el equipo dio la talla. Estoy muy orgulloso del trabajo que hicieron todos mis compañeros para ayudarme en los momentos de dificultad”, reconocía agradecido. Ese esfuerzo colectivo también se vio recompensado para el Padronés Cortizo con el liderato de la general por equipos y con otros tres corredores en el top 10: Sinuhé Fernández (5º), Alejandro Paz (6º) y Sergio Chumil (9º). De entender, por lo tanto, la satisfacción de su director deportivo. “Confiaba en la fuerza del grupo y eso fue lo que nos dio el triunfo. Son cosas que en ocasiones pasan desapercibidas para el aficionado en las carreras, pero que me gustaría poner en valor. Y por supuesto, el talento de Martín. Venía rindiendo a un gran nivel desde la Vuelta a Madrid y teníamos muchas esperanzas depositadas en él. Es un orgullo ganar en casa y hacerlo con un corredor gallego que ha crecido en nuestra cantera”, señalaba un Marcos Serrano “feliz” por haber logrado “uno de los grandes objetivos de la temporada”.
