La Loinatz Proba de Beasain inaugura un intenso mes de julio para el Equipo Cortizo

Después de la clásica guipuzcoana del domingo, el Padronés encadenará las vueltas a Madrid, Castilla y León, y Zamora, acumulando 16 días de competición en apenas tres semanas.

Tras el parón por los campeonatos nacionales, el Equipo Cortizo regresa a la competición para afrontar un intenso mes de julio en el que le esperan 16 días de competición y tres grandes vueltas por etapas: Madrid, Castilla y León, y Zamora.

Pero antes, el Padronés tendrá que hacer una parada el domingo para disputar la Loinatz Proba de Beasain, una clásica guipuzkoana que se acerca a las cien ediciones. En tierras vascas, el Cortizo estará dirigido por Modesto Pérez, quien ha convocado para esta cita a Samuel Flórez, Óscar Fuentes, Iván Belmonte, Óscar García, Luis López, Árlex Méndez y Francesc Bennàssar. Por delante, tendrán un recorrido rompepiernas de 155 kilómetros en el que se sucederán las ascensiones a Atagoiti, Olaberria, Gabiri y Mandubia.

Desde el martes, la Vuelta a Madrid sub-23 con el objetivo de revalidar el título

A partir del martes, el Cortizo afrontará la Vuelta a Madrid, una cita señalada en rojo en el calendario sub-23 que reunirá a los mejores corredores de la categoría. Los de Marcos Serrano, vencedores el pasado año con Pablo Bonilla, buscarán revalidar el título.

El técnico de Chapela tratará de reeditar el éxito de hace un año con Samuel Flórez, Martín Rey, Ibán Gutiérrez, Tomás Pombo, Marc Torres, Jordi Artigues y Presley Evans. Serrano todavía no podrá contar con el noruego Martin Solhaug, quien apura en su país la recuperación de las lesiones sufridas por la caída en la que se vio involucrado en la Rutas Xacobeas, pero se muestra optimista con las posibilidades del Cortizo. “Vamos con un equipo muy compensado, imprescindible para afrontar con garantías una prueba que tendrá de todo en sus cinco etapas. Tendremos jornadas llanas, montaña, sterrato y una contrarreloj en la última jornada que podría ser determinante”, explica el director deportivo.

La Vuelta a Madrid sub-23 dará el pistoletazo de salida el martes con una tirada de casi 114 kilómetros en Valdemorillo propicia para esprínteres. Al día siguiente, el pelotón tendrá por delante una etapa de 134 kilómetros con salida y llega en Alcalá de Henares, en la que se intercalarán los ascensos a Villalbilla y Laranca de Tajuña. El jueves, el sterrato será el protagonista de un recorrido de 120 kilómetros que partirá y finalizará en Chinchón. La cuarta etapa, con salida en Galapagar, recupera la espectacular llegada a San Lorenzo de El Escorial en la Lonja del Real Monasterio tras 143 kilómetros y casi 3000 metros de desnivel acumulado subiendo la Cruz Verde (2ª) y las ascensiones a Santa María de la Alameda y Robledondo en dos ocasiones. La ronda madrileña bajará el telón el sábado con una contrarreloj individual de algo más de 11 kilómetros en Alcobendas.